2. El plan perfecto

by | Aug 16, 2019 | Serie Familia

ILUSTRACIÓN

No sé si has escuchado algo sobre el canadiense Winston Blackmore. Este hombre ha sido procesado varias veces por contar con más de una esposa. Se llama Winston Blackmore, cuenta con 59 primaveras a sus espaldas y (aquí viene lo asombroso) tiene un total de 27 esposas que han alumbrado 145 hijos suyos. Si es difícil convivir con una esposa, ¿te imaginas compatibilizar con 27 esposas?

INTRODUCCIÓN

Hoy en día estamos siendo bombardeados en relación con el concepto de matrimonio. Películas, estrellas de la música y el espectáculo y formadores de opinión de Internet se han unido para promover un concepto de matrimonio completamente diferente del plan bíblico. En varios países del mundo y especialmente de Latinoamérica hay una agenda definida para demoler el concepto de matrimonio bíblico. Leyes de divorcio, matrimonio igualitario, personas de mismo sexo, leyes de adopción y otras leyes que están atacando directamente el concepto de matrimonio. Hoy el matrimonio tradicional parece que pasó a ser un concepto obsoleto y del pasado. Las relaciones ya no son duraderas. Todo parece descartable.

Ahora, ¿será que ese era el plan de Dios para el matrimonio? Vamos una vez a más a la Biblia.

I. EL PLAN DE DIOS PARA EL MATRIMONIO

En Génesis 1 y 2 vemos en detalle los siguientes hechos:

  • La creación del ser humano El ser humano fue creado a imagen de Dios
  • Fuimos creados como seres sociales
  • Fue creado hombre y mujer
  • Fuimos creados en pie de igualdad como complemento uno del otro.
  • Fuimos creados para depender el uno del otro.

“Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre. Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada Varona porque del varón fue tomada. Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne” (Gén. 2:22-24).

  • El primer casamiento
    • Dios le presenta Eva a Adán (22)
    • Adán y Eva entablan una relación
    • Se produce el primer casamiento (24)
  • El matrimonio. De la diversidad del varón y la mujer, Dios produjo orden y unidad. Ese primer viernes de la historia, el Creador celebró el primer matrimonio, uniendo a esas dos personas que eran hechos a su imagen. Desde enton­ces el matrimonio ha constituido el fundamento de la fa­milia y de la sociedad.
  • Vamos a dejar claro algunos conceptos. En el plan Bíblico para el matrimonio sólo puede darse en las siguientes condiciones:
    • Heterosexual – La relación de un hombre con una mujer.
    • Monogámico – Un solo hombre casado con una sola mujer.
    • Sagrado – Dios bendijo la relación de Adán y Eva. En la creación Dios le dio a la humanidad, dos instituciones que él hizo santas: El sábado y el matrimonio.

II.  ¿QUÉ ES EL MATRIMONIO?

 Génesis 2:24 nos da algunos conceptos importantes.

 “Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne”.

  1. El abandono de relaciones anteriores.

Para la relación matrimonial es vital que se dejen atrás las relaciones primarias anteriores. La relación del matrimonio debe tener primacía sobre la relación existente entre padres e hijos. En este sentido, el acto de “dejar” nuestra relación con nuestros padres, nos permite “unirnos” el uno al otro. Sin este proceso, no existe un fundamento firme para el matrimonio.

1. La unión.

El término hebreo que se traduce como “unión” viene de una palabra que significa “pegar, asegurar, unir, aferrarse a algo”. Como sustantivo, hasta se lo puede usar para designar el acto de soldar o unir metales (Isa. 41:7). La unión íntima y la fortaleza que se obtienen de esta técnica ilustran la naturaleza de la unión que debe existir en el matrimonio. Cualquier intento de quebrantar esta unión produce heridas en los individuos unidos de forma tan ín-tima. El hecho de que este vínculo humano es estrechisimo, también se enfatiza por el hecho de que el mismo verbo se usa para expresar el vínculo que debe existir entre Dios y su pueblo: “A Jehová tu Dios temerás, a él servirás, a él te adherirás, y solamente en su nombre jurarás” (Deut. 10:20, VM).

2. Un pacto.

En la Escritura, este compromiso por el cual se unen los individuos en matrimonio está descrito como un “pacto”, término que se usa para describir el acuerdo más solemne y obligatorio que aparece en la Palabra de Dios (Mal. 2:14; Prov. 2:16,17). La relación que existe entre el esposo y la esposa debe modelarse de acuerdo con el pac­to eterno que Dios ha celebrado con su pueblo, la iglesia (Efe. 5:21-33). Su compromiso mutuo debe exhibir la fide­lidad y perseverancia que caracterizan el pacto de Dios (Sal. 89:34; Lam. 3:23). Dios, la familia y los amigos de la pareja, así como la comunidad, son testigos del pacto que estos realizan entre sí. Ese pacto es ratificado en el cielo. “Por lo tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre” (Mat. 19:6). La pareja cristiana comprende que al contraer matrimonio, han pactado ser fieles el uno al otro por el resto de sus vidas.

3. Una sola carne.

El acto de dejar la relación con los padres y hacer un pacto de unión, resulta en un vínculo que es un misterio. He aquí la unidad en su sentido más com­pleto: la pareja camina unida, enfrenta unida la vida, y comparte una intimidad profunda. En el comienzo, esta unidad se refiere a la unión física del matrimonio. Pero más allá de eso, también se refiere al íntimo vínculo de la mente y las emociones que constituye el fundamento del aspecto físico de la relación.

  • El sexo fue creado por Dios como la consumación de la unión de dos personas en santo matrimonio.
  • El sexo es bueno, santo y para nuestra felicidad, pero dentro de un único ámbito: el matrimonio.

En resumen, el matrimonio es mucho más que una relación física. Es una unión física, mental y espiritual, de un hombre y una mujer que se aman y que deciden vivir una vida juntos para siempre.

En 2 Corintios 6:14-16 Pablo dice claramente que:

“No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué communion la luz con las tinieblas? ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo?

¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los  ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos, y seré su Dios, y ellos serán mi pueblo”.

  • No se unan en yugo desigual y aquí podemos incluir las diferencias en:
    • Religión
    • Clase social
    • Finanzas
    • Pensamientos

Es claro que la Escritura enseña que los creyentes deben casarse únicamente con otros  creyentes. Pero el principio se extiende aún más allá de esto. La verdadera unidad demanda la comunidad de creencias y prácticas. Las diferencias en experiencia religiosa conducen a diferencias en el estilo de vida, las cuales pueden crear profundas tensiones y rupturas en el matrimonio. Por esta razón, y con el fin de lograr la unidad que la Escritura requiere, los cristianos deben casarse únicamente con miembros de su propia comunión.

III. EL MATRIMONIO COMO EL PLAN DE DIOS PARA MOSTRAR SU RELACIÓN CON SUS HIJOS.

Efesios 5:25-28 dice:

“Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santi­ficarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una igle­sia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa se­mejante, sino que fuese santa y sin mancha. Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mis­mos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama”

  • El matrimonio bíblico es la manera que Dios tiene de mos­trarnos su amor para la raza Humana.
  • La relación en el matrimonio debe ser de la misma mane­ra que Dios amó enviando a su Hijo a morir por nosotros.
  • Debemos amar como Cristo amó a la iglesia.

La esencia del cristianismo consiste en vivir en la armonía abnegada que caracterizaba al matrimonio antes de la caída que destruyó esa armonía. Los afectos del esposo y la esposa deben contribuir a su mutua felicidad. Cada uno debe culti­var la felicidad del otro. Deben fusionarse hasta ser uno solo, y sin embargo ninguno de ellos debe perder su propia indivi­dualidad, la cual pertenece a Dios

LLAMADO

Repasemos algunos conceptos.

  • La familia es la célula básica de la sociedad en el plan de Dios.
  • Una familia está constituida por una unidad matrimonial, un hombre y una mujer.
  • El matrimonio es una institución sagrada creada por Dios en la misma semana de la creación.
  • Dios bendice la unidad matrimonial con su presencia.
  • El matrimonio es el único ambiente saludable para el ejercicio de una vida sexual activa.
  • El acto sexual es santo, sagrado y fue instituido por Dios para nuestra felicidad. El verdadero acto sexual solo puede darse en una relación matrimonial entre un hombre y una mujer.
  • Al crear la primera familia, Dios estableció la unidad social básica para la humanidad, dándole un sentido de pertenencia y proveyendo una oportunidad para que sus miembros se desarrollasen como individuos completos en el servicio a Dios y a los demás.
  • El matrimonio es la imagen que Dios usa para describir su relación con sus hijos.

 ILUSTRACIÓN

En mi experiencia con mi esposa Lía, nos casamos a los 19 años, estamos cumpliendo 23 años de casados y en el momento de nuestro casamiento, realizamos un compromiso delante de amigos, familiares y Dios para toda la vida. Cada día oramos para que este pacto se extienda por la eternidad.

Quiero decirte algo: NO HAY MATRIMONIOS PERFECTOS. Hay matrimonios que luchan todos los días para ser felices. La Biblia dice que sí existe el plan perfecto para el matrimo-nio. Definidamente, quienes creemos en la Biblia entendemos que este plan fue diseñado por Dios desde el principio, en la misma semana de la creación. Dios está llamando a sus fieles en este momento de la historia de la humanidad para rescatar el concepto de matrimonio bíblico y prepararnos para junto a nuestros cónyuges, hijos y demás seres queridos, disfrutar de la eternidad.

La Biblia dice:

“Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, des­cender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ata­viada para su marido. Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mis­mo estará con ellos como su Dios” (Apocalipsis 21: 2-3).

Tú puede ser feliz hoy. Tienes que trabajar por esto. Aprende a amar como Cristo amó. Aprende a hacer feliz a tu cónyuge para que juntos puedan tener una relación que los eleve al cielo. Ora y trabaja por esto.

¿Quieres re-consagrar hoy tu vida y tu matrimonio a santi­dad? ¿Quieres hoy pedirle a Dios para ser verdaderamente feliz? Dios quiere darte esa felicidad.

ORACIÓN

 Querido Padre, entrego mi vida, mi matrimonio, mi familia en tus manos para que a través de la intervención de tu Es­píritu Santo, puedas restaurarnos y llevarnos a vivir el plan original. En esta tierra no llegaremos a ser perfectos, pero sa­bemos que con tu ayuda, alcanzaremos la felicidad aquí y por la eternidad.

 

 

 

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